Cualesquiera sean las circunstancias de tu vida hoy, Dios ve. Dios conoce. Dios entiende. Dios provee.
El Evangelio de Juan pretende reforzar la fe de las personas que no han visto físicamente a Jesús.
¿No hemos de cultivar el amor servicial y desprendido, bebiendo cada día de la Fuente Suprema del amor?
Cuando tratas a tu prójimo con desdén o con una mirada fría y airada, estás practicando una forma de homicidio,...
¿Cómo podrías reconciliarte con Dios si no has querido reconciliarte con tu vecino o tu compañero de trabajo?
Mediante la fe es posible ser amigos de Dios y gozar de sus abundantes bendiciones.
Cuánto bien podríamos hacer a nuestro prójimo con decirle apenas unas pocas palabras de aliento y comprensión.
La conocida "Regla de Oro" nos dice que todo lo que queremos que los demás hagan con nosotros, eso mismo debemos...
¿No hemos visto a personas que, frente al primer problema que se les presenta, lo ven todo negro y ya se preparan...
Las palabras finales de Cristo a la humanidad, no harán referencia a la teología, sino a los hechos prácticos de la...
¿Quién mejor que Dios para darnos la paciencia para sobrellevar con valor el infortunio?
Incluso en situaciones adversas, hay personas que eligen la compasión y la ayuda hacia otros.
Tomada con el debido espíritu, la enfermedad nos vuelve más sensibles al dolor ajeno, menos superficiales y más...
Una persona replegada en su mundo propio no puede ser feliz hasta tanto no cambie su actitud ante la vida y ante los...
Cuando tu experiencia te indique que Dios podría estar pidiéndote algo irracional, confía en la sabiduría divina.
Confiando en Dios, podemos tener el ánimo necesario para superar cualquier caída, hasta llegar a la meta.
La Biblia coloca el autodominio en el corazón mismo del espectro del amor, condenando la irritación.
Saber el valor que Dios le da a tu vida por encima de todas las cosas que podrían estar ocupando su atención, nos da...
La dimensión de un hombre no se mide por su capacidad de ganar y acumular, sino por su disposición de dar y de servir.
Así como tus diez dedos están unidos a tus manos, los mandamientos de Dios están todos conectados a la única gran ley...
La cortesía es tener una consideración auténtica que fluye espontáneamente, no importa en dónde o con quién estemos.